Fiel a su filosofía, la firma Parmigiani Fleurier nos sorprende de nuevo con la presentación del excepcional reloj
de sobremesa «Halcón». Esta obra maestra destaca la tradición de la cetrería de Oriente Medio y rinde homenaje
al célebre escultor animalista Edouard-Marcel Sandoz.
Especialmente vinculada a su sensibilidad y a su estética, Parmigiani Fleurier retoma algunas de sus técnicas,
entre ellas, la orfebrería, para crear esta obra de arte única. Este ave rapaz, el halcón, tiene aquí una expresión
que combina gracia y fuerza. La gran tensión de las líneas y del movimiento de conjunto se revela a través de
un estilo de inspiración Art Déco, propicio a la pureza geométrica de las formas. El ave parece como absorbida
por su impulso, lista para abatirse sobre su presa, la avutarda. El halcón, en forma de escultura de plata pulida,
despliega magistralmente sus alas, cuyos relieves están realzados con un engaste en caída de más de 6.000
diamantes en talla brillante que acentúan la amplitud del gesto. Para la ejecución de las distintas partes, todas
ellas de extrema complejidad se han empleado alrededor de 1.800 horas de trabajo, en las que es necesario
dominar a la perfección las técnicas de cincelado y de pulido del metal precioso para realizar las líneas. El pico
y las garras, símbolos de la fuerza legendaria del cazador, están realizadas en oro. El dibujo del plumaje de la
cabeza está engastado con diamantes blancos en talla brillante, siguiendo siempre la tradición más pura del arte
del engastado a mano.
La avutarda, de metal finamente forjado, no puede engañar al halcón que la atrapa seis veces por hora. Desde
la zona formada por una cristalización de cuarzo ahumado que simula las tierras desérticas, el halcón cazará de
forma indefinida a su presa. A intervalos irregulares, el mecanismo contenido en el zócalo permitirá que la avutarda
esquive los asaltos de su cazador, impulsado eternamente a perseguirla, amplificando de esta forma la fuerza
simbólica del halcón, una combinación de perseverancia y tenacidad. Un gong situado en el mecanismo sonará
cada vez que la presa emprenda su huida.
La caja de protección del zócalo de cuarzo ahumado tallado en un bloque de cristal de Brasil de 70 kilos está
elaborada con plata cincelada con motivos en forma de rosetón con engaste de diamantes en talla baguette. El
aro de las horas del reloj de sobremesa está engastado con una técnica semiinvisible de diamantes baguette de
color blanco y chocolate.