Los ganadores fueron el equipo Mozzi-Biacca, seguido de
Gamberini-Fabbri y Massara-Schira.
Cuervo y Sobrinos Cup 2013: El encanto de las
carreras clásicas de regularidad entre las curvas alpinas, los paisajes
impactantes y la pasión por la velocidad.
La primera edición de la
Carrera Cuervo y Sobrinos Cup ha llegado a su fin. Un rally de regularidad
organizado por la Scuderia Tricolore de Reggio Emilia, reservada para los
coches clásicos previos a 1969. Hubo 60 equipos, en su mayoría extranjeros.
Muchos países estuvieron
representados por los competidores: Italia, España, Gran Bretaña, Suiza,
Alemania, Austria, Países Bajos, Francia, Rusia, Australia…
Desde
el principio hubo un gran entusiasmo hacia la Carrera Cuervo y Sobrinos Cup,
especialmente entre los extranjeros, que vieron un evento único en su
desarrollo, en la hospitalidad del hotel cinco estrellas, en los majestuosos
paisajes alpinos y en las pruebas de velocidad y promedios. Su fórmula de
rutas, paisajes y convivencia es un regalo perfecto para todos los que viven la
pasión por los coches históricos y que también valoran los aspectos culturales,
turísticos y gourmet.
Una primera edición que
ha impresionado a todo el mundo por sus carreteras espectaculares de 540 km que
cruzaron tres naciones. Una ruta sin igual con escenarios asombrosos en el corazón
de los Alpes entre Italia, Austria y Suiza.
Los
múltiples reconocimientos resultaron gracias a una ruta única y fascinante a lo
largo de las carreteras panorámicas de los famosos pasos Alpinos: Stelvio,
Bernina, Gavia y Mortirolo que fueron el marco perfecto para que las “old
ladies” y sus equipos compitieran en las duras pruebas hasta la última etapa.
Estas son las carreteras de las históricas pruebas de ascenso, donde los
equipos lucharon hasta la última centésima de Segundo.
El rally terminó con la
victoria del equipo número 1 Mozzi-Biacca y su 1995 Triumph TR 2, seguidos de
Gamberini-Fabbri en su 1956 Alfa Romeo Giuletta y Massara-Schira en su 1966
Lancia Fulvia HF12.
La entrega de premios
tuvo lugar dentro del parque del Gran Hotel Bagni Nuovi de Bormio, que acogió a
todos los competidores desde el jueves, ofreciendo momentos de relax en sus
maravillosas termas al final de cada etapa.
El propio Marzio Villa, anfitrión de la Carrera y
Presidente de Cuervo y Sobrinos, describe la Cup: “Es un evento único, 60
coches clásicos prestigiosos, creados entre los años 20 y 1969, no son solo
coches antiguos, ¡sino coches clásicos! Este es el punto fuerte del evento. Me
encantan esos coches, porque cuando la gente mira un coche deportivo moderno lo
aprecia, pero solo lo hace desde un punto de vista serio y racional, su
rendimiento, su velocidad… En cambio cuando alguien mira un coche clásico las
reminiscencias de su historia es lo que le hacen sonreír. Esto es lo que
cuenta, hacer a la gente soñar y sonreír, lo mismo que quiero conseguir con mis
creaciones. Esto es lo que conecta el evento y los relojes Cuervo y Sobrinos.
Una firma histórica creada en Cuba cuando el lujo era un estilo de vida. Y
aunque parezca increíble el embajador de Bormio vivió en la Corte de Madrid en
el siglo XVII, cerrando el círculo entre territorio, relojes, coches, pasión y
cultura latina.
Un
proyecto con un aire internacional, que ha sido posible gracias a la
colaboración de nuestros fantásticos partners, como Credit Suisse y Jaguar,
quienes suministraron a la organización y a la prensa sus prestigiosos coches.
Muchas
gracias también a Cantina Rainoldi,
socio vinícola del evento, a Rolf Spectacle, a los socios locales, a las
autoridades municipales, a las provincias que hemos atravesado durante la
Carrera, a los oficiales del Rally, a la CSAI y a todos los colaboradores y
voluntarios.