En esta nueva obra maestra de Cuervo y Sobrinos los materiales de la caja están todos unidos, sin fundirse,
pero con auténtica manufactura relojera: Oro rosa, titanio y acero. Todos los
componentes son ajustados a mano uno a uno, y son escrupulosamente ensamblados
para contener un mecanismo exclusivo y personalizado, y dar forma a un perfil
de cañón del siglo XVII y una corona en forma de globo terráqueo. Los anillos intercambiables entre
la
caja y el cristal permiten que el reloj cambie con el tiempo la base de los materiales elegidos meticulosamente.
Una vista extraordinaria
del movimiento Tourbillon de doble barrilete queda suspendida en la caja y
visible a través del cristal zafiro metalizado, con 120 horas de reserva de
marcha, 37 rubíes y frecuencia de oscilación de 28’800 a/h. Para hacerlo
todavía más impresionante, las agujas y el logo CyS están hechas en silicio
azul ultraligero.
Una obra maestra mecánica, enriquecida con una decoración exclusiva del tambor del muelle real que representa a Don Ramón Cuervo en la tienda original de La Habana. La correa de piel de cocodrilo expresa el deseo de vivir la leyenda del mar y está cosido a mano, como los cinturones de cuero. El punto fuerte de
este modelo radica en la combinación de la audacia de las asas, similares
a la proa de un barco, con la elegancia
del pavé de diamantes.
Llamarlo
"pirata" es natural, pero solamente si se ha entendido su sueño de
fuerza y refinamiento, de consciente ostentación como búsqueda del detalle y de
la exclusividad, de la unica expresión de poder como romántica seguridad. Era
evidente que Cuervo y Sobrinos creara
una pieza única en su propio taller. Disponible sólo bajo pedido, se puede
realizar con el mismo diseño de caja y con cambios técnicos y estéticos
exclusivos. Un reloj que sería admirado por los piratas del Caribe que amaban
el lujo en todas sus facetas estéticas.